Pablo Carbonell y sus toreros muertos

Queda ya lejos aquel 1986 en el que los Toreros Muertos irrumpieron en la escena musical española con un puñado de canciones que abrieron el camino una nueva forma de hacer pop, con sus letras canallas e irreverentes y enmarcados dentro del gran movimiento contracultural de aquellos años, la movida madrileña.

Ahora en sus dos horas de show que ofrecen en una gira por toda sudamérica, ofreceran todos sus grandes exitos, incluyendo nuevas composiciones, "me voy a la siesta", "todo lo hice por ti", "hasta siempre", "bicicleta estatica", etc. Sin lugar a ninguna duda DIVERSION ASEGURADA. Conviene recordar que Carbonell nació en Cádiz (1962). Es decir, que creció en un clima amable, donde se tolera cierta extravagancia y se venera el ingenio verbal, con esta premisa hace un par de años el bueno Pablo pùblicó un libro 'El mundo de la tarántula' cuyo título deriva del malapropismo de la madre de un compañero actor, que pretendía referirse al mundo de la farándula.

Y es que "espectáculo" es la palabra que mejor define el directo de los toreros muertos, con una puesta en escena grotesca como las propias canciones de la banda, en la que Pablo Carbonell despliega sus dotes como showman con una energía arrolladora y una actitud de lo mas chulesca, donde lo estrictamente musical pasa a un segundo plano.

Como anécdota queremos resaltar que en 1999, en el último número Aula Verde -la publicación que elaboran las Consejerías de Medio Ambiente y Educación para su difusión en los centros de enseñanza- que estuvo dedicada al agua, se incluyó entre uno de los muchos ejercicios para concienciar a los niños de la importancia de "este bien insustituible", la canción Mi agüita amarilla. Al son de "Y creo que he bebido más de cuarenta cervezas hoy, y creo que tendré que expulsarlas fuera de mí", los escolares de la época tuvieron la oportunidad, o al menos así lo contemplaba la revista, de hacer un esquema o dibujo del recorrido del "líquido de la canción". No es díficil. La canción da más de una pista: "El sol calienta mi agüita amarilla, la pone a cien grados, la manda para arriba (...) ¡Y empieza a diluviar!". No todos los ejercicios son tan fáciles. Los escolares debían saber "qué elementos del medio ambiente se contaminan debido al agüita amarilla" o la solución para evitar que a los ríos lleguen aguas contaminadas procedentes de las viviendas. Para ahorrar dificultades a los docentes, la revista incluyó también algunas sugerencias para ellos. No debían olvidar, por ejemplo, en el ciclo del agua resaltar la importancia de las potabilizadoras.

¡Sean bienvenidos al fantástico y divertido mundo de Los Toreros Muertos!